jueves, junio 14, 2007

 

RECORDAR PARA NO VOLVER A OLVIDAR




En el 30 aniversario de las primeras elecciones en España, después de cuarenta años de dictadura , recordar una vez màs lo que es el PP.
RECORDAR PARA NO VOLVER A OLVIDAR NUNCA JAMÁS LO QUE ES EL PP !
PARA QUE NO PUEDAN VOLVER A ENGAÑARNOS POR MUCHO DISFRAZ DE CENTRISTAS QUE SE PONGAN.

En el año 1977, manuel fraga (minusc.) crea el partido Alianza Popular, del que fue nombrado secretario general. En noviembre de 1979 fue elegido presidente del partido. En 1989 cambio de nombre ya que sus resultados electorales era ridiculos,( porque la mayoría de l@ s ciudadan@ s recordaban que el PP era el partido heredero de la dictadura franquista), pasando a llamarse PARTIDO POPULAR.
fraga (minusc) ministro durante la dictadura franquista, firmó numerosas sentencias de muerte y reprimió brutalmente las manifestaciones durante la dictadura

EL PP ES UN FUNDADO POR UN MINISTRO DE LA DICTADURA FRANQUISTA .
EL PPARTIDO DE LA EXTREMA DERECHA , QUE SÓLO CONSIGUIÓ GANAR LAS ELECCIONES CUANDO SE DISFRAZÓ DE CENTRISTA .
QUE DIRIAMOS SI EN ALEMANIA EXISTIERA UN PARTIDO CREADO POR UN MINISTRO DE HITLER, QUE SE NEGARA A CONDENAR EL NAZISMO Y A RETIRAR LOS SIMBOLOS NAZIS ?
PUÉS ESO ES EL PP , EL PARTIDO DE LOS HEREDEROS DE LA DICTADURA FRANQUISTA , QUE SE NIEGA A CONDENAR EL FRANQUISMO Y A RETIRAR SUS SIMBOLOS.
OCHO AÑOS DE AZNARATO Y TRÉS EN LA OPOSICIÓN SON DEMASIADO !
FUERA LA EXTREMA DERECHA MÁS CUTRE , FUERA EL PP !
"El pacto de silencio que pesa sobre la Transición arroja al olvido a aquellos que más hicieron por nuestras libertades, a quienes dieron su vida, quienes fueron heridos o sufrieron la represión política y laboral. Mientras tanto el gobierno del PP en una burla grotesca condecora o indemniza a destacados franquistas. La izquierda por necesidad, por justicia y por dignidad no puede permanecer callada ante esto. "
SPANISCHER NAZI-BOSS FRAGA IRIBARNE FREIWRUM
ENKELKINDERINNNEN VEGESSEN NICHT 07.03.2005 20:25 BISS WANN DIESER NAZI WAR INNEN-MINISTERB VON FRANCO UND HAT VIELE MENSCHEN AUF DEM GEWISSEN :::WARUM ?´????? HALF PINOCHET AN DER MACHT IST DER BOSS DER REGIRUNGS EX-PARTEI :LÄST SEINE REGIERUNGS KAMPANIEIN GALICIEN NORT-WEST VON DER HALB INSEL MIT KOKS VON URRIBE AUS KOLOMBIEN FINANCIEREN MUSS ENDLICH GEFAST WERDEN UND WIR VERGESSEN NICHT SEINE VERBRECHEN WIE DAS HIER AM 3 MÄRZ >1976 wo er fünf arbeiter..die sich in einer kirche versammelten liesser von der ex polcia armada ...heute policia nazio-anal ..und befehlte zu .erschissen . ...150 verletzte als sie raus kammen ...
3 de marzo. No se olvida.
Ni olvido ni perdon. Justicia
Siendo ministro del interior, Manuel Fraga Iribarne, mando gasear por las ventanas y puertas la Iglesia de San Francisco en Gasteiz-Vitoria, donde se celebraba una asamblea obrera multitudinaria. Cuando la multitud salia aterrada, por las puertas, la policia comenzo a disparar, con un resultado de 5 muertos y mas de 150 heridos de bala. En todo este tiempo no ha habido ningun juicio de responsabilidades por esta matanza.
Los asesinos siguen en la calle.
Vitoria
Las víctimas olvidadas 25 años después del 3 de Marzo de 1976
Han transcurrido 25 años desde uno de los momentos más críticos y significativos de la llamada "Transición política" en el Estado español: El día 3 de marzo de 1976, la represión policial provocaba la muerte de 5 trabajadores y más de 150 sufrían heridas de bala. El pacto de silencio que presidió la Transición ha extendido su sombra hasta el día de hoy, provocando un efecto estrambótico; los responsables de aquellos actos nunca han respondido ni pagado por ellos, las víctimas y sus familiares siguen esperando una reparación, un reconocimiento que no llega, la mayor parte de la población ignora lo sucedido. En definitiva la historia ha sido deformada desde el poder, y coloca como valedores del advenimiento de las libertades democráticas a las personas que tuvieron la responsabilidad política de aquellos hechos, bajo el gobierno de la monarquía, personajes como Fraga, Suarez, Martín Villa... aparecen como protagonistas de la Transición. Mientras tanto, las víctimas son olvidadas. Incluso se llega a lo grotesco, cuando elementos emblemáticos de la dictadura franquista, como el torturador Melitón Manzanas o Carrero Blanco, son reivindicados por la reciente Ley de solidaridad con las víctimas del terrorismo, mientras se niega cualquier reconocimiento a las víctimas del 3 de marzo y a tantas otras. Este aparente galimatías adquiere sentido si comprendemos que detrás existe la sempiterna contradicción entre la historia oficial y la historia real. La primera pretende que la caída de la dictadura fue la consecuencia de la decisión desinteresada del gobierno de la monarquía y de la derecha en general que se convirtió a la democracia una vez muerto Franco, frente a una realidad compuesta de la lucha y el sacrifico de miles de personas que forzaron a la clase dominante a hacer concesiones, a ceder en las libertades democráticas, ante el miedo que les producía el avance de las luchas obreras. En la historia oficial son siempre los reyes quienes ganan o pierden batallas y conquistan nuevas tierras, quienes mandan construir los palacios y cultivar las tierras. En la realidad, es el pueblo quien da su sangre en las guerras, quien sufre con las derrotas y también con las victorias, son los trabajadores quienes construyen los edificios y las obras públicas o cultivan la tierra con su esfuerzo. Esta norma rige también para comprender la caída de la dictadura en el Estado español. No fueron los buenos gobernantes, sino la lucha, lo que obligó a la clase dominante a ceder, a legalizar lo que ya estaba legalizado en la práctica, reconociendo a los partidos políticos y convocando elecciones, eso sí, haciendo todas las trampas posibles para mantener su dominio de clase. Por todo ello, veinticinco años después, es necesario reivindicar a las víctimas de la represión en Vitoria, comprender las lecciones de aquella lucha, y exigir el mantenimiento de la memoria histórica frente a las tergiversaciones del poder. Los acontecimientos del 3 de marzo, concentran lo esencial de la Transición. Podríamos afirmar que comprendiendo esta lucha, podemos comprender lo esencial del proceso que produjo la caída de la dictadura franquista. Por supuesto, no era un hecho aislado, sino una de las expresiones más agudas del choque, cada vez más evidente, que se producía entre las aspiraciones de los trabajadores y sus familias y el régimen político agobiante en que vivíamos. El ascenso de las luchas ponía al régimen contra las cuerdas, era evidente que con la única arma de la represión la dictadura era insostenible. La clase dominante estaba dividida, entre aquellos que se aferraban a los viejos métodos y los que veían la inebitabilidad de los cambios. Entre estos últimos se iba reforzando la idea de que era necesario hacer reformas desde el poder para evitar un estallido revolucionario en la calle. La verdad es que esta táctica era complicada, pues cada brecha que se abría animaba las luchas, por tanto, en este plan, era necesario contar con la colaboración de los dirigentes de las principales organizaciones de los trabajadores, el PCE y el PSOE. Este factor tuvo una influencia decisiva en los acontecimientos de Vitoria, como lo tendría en otros momentos claves como la matanza de Atocha, en llevar a estos dirigentes a rechazar la posibilidad de extender las luchas al conjunto del Estado español, lo que hubiese podido provocar la caída del gobierno de la monarquía, que se diga lo que se diga, adolecía de una gran debilidad. Lo primero que debemos afirmar es que la lucha de Vitoria, como las más significativas de la Transición, no fue organizada por los dirigentes del PCE o del PSOE ni de UGT o CCOO, sino que fue producto del enorme ambiente de ebullición social, que llevaba a una transformación vertiginosa de la conciencia de la clase obrera. Es más, los dirigentes de los partidos políticos de los trabajadores no veían esta lucha con buenos ojos, pues quedaba fuera de su control. Más tarde, el entonces destacado dirigente del PCE y de CCOO, Nicolás Sartorius, crítico el movimiento de Vitoria en las páginas de la revista Triunfo, calificandolo de "movimiento inmaduro". Para aquellos que habían pactado con el poder una transición controlada, estas luchas aparecían como un obstáculo, y confiaban en las plataformas de partidos que se habían constituido para "dialogar" con la dictadura. En realidad era todo lo contrario: la lucha de los trabajadores vitorianos hizo más por la conquista de las libertades democráticas que todas las "plataformas" "juntas" y "platajuntas". De la propia situación política y laboral se desprendía la necesidad de una lucha centralizada de una dirección que concentrase las fuerzas que surgían por todas partes y llevase al derrocamiento de la dictadura. En ausencia de ello, el movimiento estallaba en algunas ocasiones, desbordando a las organizaciones; esto fue ni más ni menos marzo de 1976. Vitoria fue la prueba palpable de que teníamos razón aquellos que confiabamos en el poder de los trabajadores, en que la clase obrera por sí misma podía acabar con la dictadura, y que, para ello, no tenía necesidad de pactar ni con demócratas conversos, ni necesitaba salvadores al estilo de ETA. El terrorismo individual preconizado por ETA, y sustentado por una minoría infima, aunque contaba con simpatías entre sectores amplios de la población, demostró en esta ocasión su impotencia, su carácter anecdótico frente a las movilizaciones del conjunto de los trabajadores. Es un hecho que, a pesar de todos lo errores de la izquierda, en las elecciones de junio de 1977, las opciones que apoyaban el terrorismo individual de ETA, tuvieron un escaso eco electoral. Su crecimiento vendría despues, aunque esto ya es otra historia. El eco del 3 de marzo se extendió a todo Euskadi, Navarra incluida, y aunque en menor medida a todo el Estado español. Si las organizaciones obreras hubiesen puesto toda la carne en el asador, hubiese sido el fin de la dictadura y un modelo totalmente distinto de transición, sin monarquía y sin libertades a medias. Pero los dirigentes de la izquierda se asustaron y aceleraron los planes de negociación con el régimen con la fusión de la Junta Democrática y la Plataforma Democrática en un solo organismo, así se juntaban el PCE y el PSOE y los distintos satélites a su alrededor, incluidos grupúsculos burgueses que no tenían ninguna representatibidad en la sociedad pero que justificaban que la "Platajunta"tuviese un programa exclusivamente burgués olvidando gran parte de las revindicaciones democráticas que se pedían en la calle, y que llevó a la izquierda por el camino de la aceptación de la monarquía, la bandera nacional, el olvido del derecho de autodeterminación, el pacto para silenciar los crimenes de la dictadura, dejar en la estacada a los militares de la UMD que se habían enfrentado al régimen y tantas otras cosas. Desde el poder, también se asustaron. Aún estaba reciente la Revolución Portuguesa de 1974. La represión mostraba su fracaso, Fraga y Arias salían "quemados". Así, mientras se tomaban medidas represivas, o se acordaba que el servicio militar se cumpliese fuera de la región militar de origen, pues habían comprendido que en Vitoria no hubiesen controlado a los soldados de sacarlos a la calle, se daban pasos para acelerar una transición pactada. Vitoria tuvo esas consecuencias y muchas más; demostró cómo puede transformarse la conciencia colectiva a través de una lucha. Se pasó de unas reivindicaciones laborales, a un enfrentamiento político con el régimen, y a una comprensión por parte de muchos trabajadores de la necesidad de una transformación socialista de la sociedad. Demostró la superioridad de los métodos de lucha de clase. Las Comisiones Representativas elegidas por los trabajadores fueron convirtiendose en una dirección de la lucha y en una inspiración política. Desde una sola empresa, Forjas alavesas, el conflicto fur extendiendose y unificando a los trabajadores de una y otra empresa, para llegar a toda la ciudad, estudiantes, pequeños comerciantes… creando un embrión de consejos obreros (soviets) y una experiencia valiosísima de democracia obrera. El pacto de silencio que pesa sobre la Transición arroja al olvido a aquellos que más hicieron por nuestras libertades, a quienes dieron su vida, quienes fueron heridos o sufrieron la represión política y laboral. Mientras tanto el gobierno del PP en una burla grotesca condecora o indemniza a destacados franquistas. La izquierda por necesidad, por justicia y por dignidad no puede permanecer callada ante esto. No podemos aplazar más la reivindicación de las lecciones, de la heroicidad de aquellos compañeros.

http://de.indymedia.org/2005/03/108734.shtml
En 2007
El PP es extrema derecha
A estas alturas, solo la extrema derecha, tiene lugar y sitio dentro de la cúpula dirigente del PP. Los más moderados han sido relegados y en el peor de los casos, directamente castigados públicamente, por no entrar en la espiral ultra. Las continuas declaraciones de sus líderes ejerciendo una política de total desinformación es realmente vergonzosa, las continuas mentiras y basten como ejemplos: -La manipulación interesada sobre el 11-M con el entreguismo de El Mundo y la COPE. -Las negociaciones sobre terrorismo, llevando las mentiras e insultos a las cotas mas altas, pasándose por el forro los asuntos de Estado, han creado un mal precedente dentro del sistema. La desfachatez y poca vergüenza del insulto, mentiras, difamaciones y descalificaciones alcanza el cinismo fascista más extremo cuando se rasgan las vestiduras por cualquier pregunta públicamente comprometedora o cualquier adjetivo que se merecen por practicar la política de tierra quemada. Tres años llevamos escuchándoles el mismo discurso, agravado por mantener en el puesto a los mismos inútiles que nos estuvieron engañando en los últimos años de Aznar. Este personajillo (actualmente a sueldo del gobierno americano en el Consejo Atlántico y también de Murdoch) al parecer todavía es una referencia dentro del partido, lo que nos hace sospechar de la catadura moral del resto. Cantor de excesos y chulerías al que ya le ha salido algún impresentable lameculos emulador. El discurso basado continuamente en insinuaciones, insidias y mentiras debe encontrar dentro del sistema el castigo adecuado vía legal. Habría que introducir las reformas adecuadas y urgentes para que no se eternizasen los juicios por calumnias y difamación, ya que cuando la justicia actúa es demasiado tarde y esta pandilla de sinvergüenzas lo saben. Lo peor de este discurso es el clientelismo aborregado de los medios y periodistas sin escrúpulos a sueldo de intereses bastardos del PP. Siguen siendo simplemente, unos golpistas de salón.
http://www.diariodirecto.com/OPINION/LECTORDD5/22052007-Marte.html

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