miércoles, julio 18, 2007

 

CON EL PP, NI AGUA !!!


Durante el aznarato me quedo muy clarito de que va el PP.
Si pudieran resucitaban a franco el golpista genocida y aunque han pasado tantos años de la dictadura volviamos a los tiempos del "régimen" . Casí que mejor echarse unas risas como hacen en el video de Youtube.

Así de claro lo tengo : CON EL PP, NI AGUA!
A veces me confunde las cosas que hacen y dicen los políticos.
Y la posibilidad de que el PSOE apoye en Navarra al PP, en vez de pactar con Nafarroa Bai, me tiene muy confundida y muy cabreada.
Entiendo que a veces sea necesario pactar para poder gobernar, pero lo que no entiendo son pactos "antinaturales" como es que el PSOE pacte con el PP, ó IU con el PP como pasó en Leganes (afortunademente PSOE e IU ya han expulsado a la alcaldesa por trece días del PP)
Entiendo que el PP pacte con Falange otro partido de extrema derecha (aunque tengo que decir que la Falange me parece un partido mucho màs honesto que el PP; son lo que son y no intentan disfrazar de partido de centro)
Ojalá el PP fuera un partido tan democrático como Nafarroa Bai.
Ojalá cualquiera de l@ s dirigentes del PP fueran tan educados y respetuosos como Uxue Barkos.
Antes de continuar repito lo que ya he escrito antes en este blog : respeto absolutamente a quienes no compartan mis opiniones, aunque much@ s de ell@ s no respeten las mias.

Hoy es 18 de Julio, aniversario del golpe de estado que dió el genocida francisco franco (miniminúscula) por el que España sufrió una guerra civil que duró tres años y una dictadura fascista de 38 años en las que se PERSIGUIÓ, TORTURÓ Y ASESINÓ a cientos de miles de ciudadan@ s por no ser fascistas. Muchos ciudadan@ s inocentes, muchos heroes anónimos
condenados durante la dictadura han permanecido gran parte de sus vidas en prisión y han muerto como si fueran delincuentes por ser sólo ciudadan@ s que no querían ser fascistas.
Muchas familias vivieron en la pobreza al expropiarles sus bienes durante la dictadura franquista y vivieron y muchos murieron como si fueran delincuentes.
Afortunadamente han pasado 71 años desde el 18 de julio de 1936, pero todavía quedan residuos tóxicos de la dictadura franquista y el principal es el PP, partido fundado por fraga (minuc.) ministro de la dictadura que firmaba sentencias de muerte en los consejos de ministros.
El PP es el partido de l@ s hereder@ s del franquismo, es el partido que se niega a retirar los simbolos de la dictadura a pesar de que el Parlamento Europeo la ha condenado explicítamente.
Es el partido que junto con la jerarquía de la iglesia no quiere ni oir hablar de la Ley de Memoria Histórica por la cuenta que le trae, y que ha pedido su retirada una y otra vez en el Parlamento en contra de todos los demás partidos políticos.

El PP es el partido que cuando estaba en el poder permitió la entrada de millones de inmigrantes ilegales y los mantuvo en esa situación hasta que ganó las elecciones el PSOE y l@ s legalizó , en contra de la voluntad del PP que por lo que se ve prefería que siguieran siendo ilegales y yo me pregunto si era para "usarlos y tirarlos" con màs facilidad.

El PP es el partido que durante el aznarato y siendo exaznar presidente del gobierno , permitió que el suelo subiera un 125% y casí se dejaran de construir viviendas de protección oficial, subiendo tanto el precio de la vivienda que a día de hoy todavía la mayoría de l@ s ciudadan@ s no tenemos la posibilidad de comprarla ó alquilarla sin dejarnos casí todo el salario y vivir endeudad@ s de por vida.

El PP es el partido que durante el aznarato y siendo exaznar presidente metió a España en contra de la mayoría de l@ s ciudadan@ s en la invasión ilegal de Irak y que por mucho que se empeñen acebes, rajoy, zaplana ,exaznar y demàs dirigentes del PP , no es algo "rancio, ni pasado",desgraciadamente a día de hoy siguen sumandose victimas inocentes a las màs de 650.000 contabilizadas y a los dos millones de desplazados desde que comenzó la invasión.

Exaznar fué el más activo PPropagador de las mentiras con las que la administración bush (minuc) intentó justificar la invasión absolutamente ilegal de Irak.

El PP es el partido que desde que perdió las elecciones en el 2004, acusa, PPersigue, miente y manipula para recuperar el poder que sabe que no va a volver a tener , porque nunca jamàs va a volver a ganar unas elecciones.

Y es que a l@ s ciudadan@ s no nos vuelve a engañar disfrazandose de centristas , cuando demuestra cada día que es la extrema derecha más cutre y arrastrada.

El PP es el partido que consiguió llegar al poder cuando nos habiamos olvidado de quienes eran, pactando con PNV y con CIU, partidos a los que insultan y persiguen y boicotean sistemáticamente , excepto en temporada electoral cuando piensan que los van a necesitar.

EL PP es el partido que ha acusado al PSOE de estar detrás del 11M , junto a ETA, al grupo prisa, a la policia, guardia civil, servicios de inteligencia de Francia y Marruecos... en vez de habernos pedido perdón a l@ s ciudadan@ s por haber sufrido durante el aznarato el peor atentado de la historia de Europa , el 11M

El PP es el partido que regaló millones de €uros cuando estuvo en el poder, como siguen haciendolo las comunidades donde siguen mandando en forma de subvenciones ó premios, a la jerarquia de la iglesia y a sectas como el opus dei y los legionarios de cristo, a cuyo fundador por cierto, lo van a juzgar en breve por los abusos sexuales que ha cometido, a pesar de ser sacerdote.

El PP es el partido que permite que se talen miles de arboles, algunos de ellos centenarios para que los especuladores planten sus gruas.

El PP es el partido que permite a los dePPredadores medioambientales que construyan campos de golf en ecosistemas protegidos y en zonas predesérticas donde como escribí ayer en este mismo blog, no hay agua suficiente ni para el consumo humano.

El PP es el partido que se esconde detrás de las sotanas y de los micrófonos de la iglesia porque se creen que todavía viven en los tiempos de la dictadura, donde los obispos bendecían los crímenes del genocida francisco franco y aprovechandose de la ignorancia y el hambre de l@ s ciudadan@ s se mantuvieron en el poder durante 38 años, sin vivir y sin dejar vivir a l@ s demás.

PP = PODER Y PASTA

PUÉS VA A SER QUE AFORTUNADAMENTE ,VIVIMOS EN EUROPA , EN EL 2007 Y QUE CON EL PP NI AGUA !

Humildemente pienso que en España , como en cualquier otro pais lo que necesitamos l@ s ciudadan@ s que somos l@ s que mantenemos los Estados con nuestro trabajo y con nuestros impuestos, es RESPETO.

Somos l@ s ciudadan@ s l@ s que elegimos a l@ s políticos para que sean nuestra voz, nuestros representantes.

Y los políticos no pueden ser las marionetas de minúsculos pero poderosísimos grupos del poder global que utilizan los partidos póliticos para su propio beneficio y no el de la mayoria de l@ s ciudadan@ s.

La mayoría de l@ s ciudadan@ s no queremos polític @ s "estrategas", queremos políticos honestos, justos, que no mientan y que se limiten a ser nuestros representantes y a cumplir las promesas electorales .

NO NECESITAMOS QUE NADIE DISEÑE NUESTRAS VIDAS, POR MUY BUENA VOLUNTAD QUE TENGAN L@ S QUE LO INTENTAN.

LO ÚNICO QUE NECESITAMOS L@ S CIUDADAN@ S ES QUE LOS POLITICOS NOS REPRESENTEN A NOSOTROS Y NO A LOS GRUPOS DE PODER, QUE SON UNA MINORÍA AUNQUE ACUMULEN TANTA RIQUEZA


A pesar de que han pasado 71 años, el fascio y la extrema derecha siguen igual


Franco, la iglesia católica y sus mártires

El 1 de julio de 1937, hace ahora 70 años, la jerarquía de la Iglesia católica española selló oficialmente el pacto de sangre con la causa del general Franco. Ese día vio la luz la “Carta de los Obispos españoles a los de todo el mundo con motivo de la Guerra de España”. Redactada, a petición de Franco, por el cardenal Isidro Gomá, la apoyaron con su firma todos los obispos españoles, menos Mateo Múgica y Francesc Vidal i Barraquer, que se encontraban en ese momento en Italia. Múgica, obispo de Vitoria, había sido expulsado de su diócesis unos meses antes por la Junta de Defensa de Burgos por haber “amparado con excesiva transigencia a los sacerdotes nacionalistas” y excusó su firma alegando precisamente que no estaba en su puesto.
Vidal i Barraquer, arzobispo de Tarragona, que había podido escapar de la violencia anticlerical del verano de 1936, le dijo a Gomá que ese documento colectivo podría servir de pretexto “para nuevas represalias y violencias” y para “colorear las ya cometidas” y que además le molestaba, en clara alusión a Franco, “aceptar sugerencias de personas extrañas a la Jerarquía en asuntos de su incumbencia”.
Nada nuevo, desde el punto de vista doctrinal, había en esa “Carta” que no hubiera ya sido dicho por obispos, sacerdotes y religiosos en los doce meses que habían pasado desde la sublevación militar. Pero la resonancia internacional fue tan grande, editada inmediatamente en francés, italiano e inglés, que muchos aceptaron para siempre la versión maniquea y manipuladora que la Iglesia transmitió de la guerra, del “plebiscito armado”: que el “Movimiento Nacional” encarnaba las virtudes de la mejor tradición cristiana y el Gobierno republicano todos los vicios inherentes al comunismo ruso.
Además de insistir en el bulo de que el “alzamiento militar” había frenado una revolución comunista planeada a fecha fija y de ofrecer la típica apología del orden, tranquilidad y justicia que reinaban en el territorio “nacional”, los obispos incorporaban un asunto de capital importancia, que todavía hoy es la posición oficial de la jerarquía: la Iglesia fue “víctima inocente, pacífica, indefensa” de esa guerra y “antes de perecer totalmente en manos del comunismo”, apoyó la causa que garantizaba “los principios fundamentales de la sociedad”. La Iglesia era “bienhechora del pueblo” y no “agresora”. Los agresores eran los otros, los que habían provocado esa revolución “comunista”, “antiespañola” y “anticristiana”.
La “Carta colectiva” consiguió la adhesión de los episcopados de treinta y dos países y de unos novecientos obispos. El respaldo sin contemplaciones al bando rebelde sirvió de argumento definitivo para los católicos y gentes de orden del mundo entero. Fundamentalmente porque iba acompañado de un descarado silencio acerca de la violencia exterminadora que los militares habían puesto en marcha desde el primer momento de la sublevación. La “Carta” demonizaba al enemigo, al que sólo movía la voluntad de persecución religiosa, y codificaba definitivamente el apadrinamiento de la guerra como Cruzada santa y justa contra la disgregación patriótico-religiosa emprendida por la República.
Franco y la Iglesia católica salieron notablemente reforzados. La conversión de la guerra en un conflicto puramente religioso, en el que quedaban al margen los aspectos políticos y sociales, justificó la violencia ya consumada y legitimó a Franco para seguir matando. El entonces director de Propaganda del bando franquista, Javier Conde, le transmitió al jesuita Constantino Bayle, hombre de confianza de Gomá, lo satisfechos que estaban en los círculos políticos y militares con aquel milagroso documento: “Diga Ud. al Señor Cardenal que se lo digo yo, práctico en estos menesteres: que más ha logrado él con la ‘Carta colectiva’ que los demás con todos nuestros afanes”.
Acabada la guerra, los vencedores ajustaron cuentas con los vencidos, recordándoles durante décadas los efectos devastadores de la matanza del clero y de la destrucción de lo sagrado, mientras se pasaba un tupido velo por la “limpieza” que en nombre de ese mismo Dios habían emprendido y seguían llevando a cabo gentes piadosas y de bien. Obispos y sacerdotes celebraron durante mucho tiempo actos religiosos y ceremonias fúnebres en memoria de sus mártires. Bajo aquellos “días luminosos” de la paz de Franco, sus restos fueron exhumados y trasladados en cortejos que recorrían con gran solemnidad numerosos pueblos y ciudades, desde los cementerios y lugares de martirio a las capillas e iglesias elegidas para el descanso eterno de sus restos.
La Iglesia católica española quiso, no obstante, perpetuar la memoria de sus mártires con algo más que ceremonias fúnebres y monumentos, y reclamó, apoyada por los dirigentes franquistas, su beatificación, un camino que tardó casi cuatro décadas en recorrerse y que, paradójicamente, empezó a encontrar frutos varios años después de muerto Franco, con la democracia ya implantada en la sociedad española. Pío XII se había opuesto a una beatificación indiscriminada y masiva de miles de “caídos por Dios y por España” y una actitud similar adoptaron sus sucesores Juan XXIII y Pablo VI, quien ordenó incluso la paralización de los procesos canónicos que desde el final de la guerra estaban llegando al Vaticano.
Las cosas cambiaron con Juan Pablo II. En marzo de 1982 comunicó a los obispos españoles que iba a impulsar la beatificación de los mártires de la persecución religiosa en España. El 29 de marzo de 1987 beatificó a tres monjas carmelitas de Guadalajara, asesinadas el 24 de julio de 1936. Fueron las primeras beatificaciones de mártires de la cruzada. A partir de ese momento, se aceleró la conclusión de procesos anteriormente paralizados y se abrieron otros muchos.
A la jerarquía eclesiástica española, sin embargo, los más de cuatrocientos beatificados desde entonces le parecen pocos y reclaman que sean elevados a los altares muchísimos más: los cerca de siete mil eclesiásticos “martirizados” y unos tres mil seglares de ambos sexos, militantes de Acción Católica y de otras asociaciones confesionales, a quienes se quiere aplicar la misma categoría. Si se cumple lo anunciado por la Conferencia Episcopal, la Iglesia española tendrá 498 nuevos mártires de la “persecución religiosa” en octubre de este año, una ceremonia de beatificación masiva para la que se está organizando una peregrinación multitudinaria a Roma.
Nada ni nadie le impide a la Iglesia católica recordar y honrar a sus mártires. Pero con esas ceremonias de beatificación, la Iglesia católica española continúa siendo la única institución que, ya en pleno siglo XXI, mantiene viva la memoria de los vencedores de la Guerra Civil y sigue humillando con ello a los familiares de las decenas de miles de asesinados por los franquistas, quienes, por cierto, a la espera de la Ley de Memoria Histórica, todavía no han encontrado la reparación moral ni el reconocimiento jurídico y político después de tantos años de vergonzosa marginación.
A la jerarquía de la Iglesia católica no le gusta esa Ley ni tampoco desea que un Parlamento democrático apruebe un reconocimiento público y solemne a las víctimas del franquismo. Prefiere su memoria, la de sus mártires, la que sigue reservando el honor para unos y el silencio y la humillación para otros. Como hizo siempre la dictadura de Franco.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=53030






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